Si eres fumador y tienes el cabello fino y débil, la correlación entre estos dos factores es muy probable. Posiblemente estés al corriente de lo dañinas que son las sustancias químicas presentes en el humo del cigarrillo para el cuerpo, pero ¿sabías que también pueden contribuir a la pérdida de cabello y al envejecimiento prematuro?
Tabaco y pérdida capilar
Además de ser la causa individual más prevenible de morbilidad significativa y una causa importante de muerte en la población general, fumar tabaco se ha asociado también con efectos adversos en la piel. El envejecimiento prematuro de la piel, inducido por el humo, ha atraído la atención de la comunidad médica, mientras que, recientemente, un estudio de observación ha indicado una relación significativa entre fumar y la calvicie.
Los mecanismos por los cuales fumar causa la caída del cabello son multifactoriales y están relacionados con:
- Los efectos del humo del cigarrillo en la microvasculatura de la papila dérmica del cabello.
- Los genotoxicantes del humo que causan daño al ADN del folículo piloso.
- El desequilibrio inducido por el humo en los sistemas de proteasa/antiproteasa folicular controlando la remodelación del tejido durante el ciclo de crecimiento del cabello.
- Los efectos prooxidantes del tabaquismo que conducen a la liberación de citocinas proinflamatorias que resultan en microinflamación y fibrosis foliculares.
En vista del impacto psicológico de la alopecia androgenética en hombres y mujeres, el aumento de la conciencia pública sobre la asociación entre fumar y la pérdida del cabello ofrece una oportunidad para la educación sanitaria contra el tabaquismo, en principio más eficaz que el vínculo entre fumar y las arrugas faciales o las canas, ya que este último puede ser efectivamente contrarrestado por los procedimientos dermatológicos estéticos actuales, mientras que las opciones de tratamiento para la alopecia androgenética son más limitadas.
Según varios estudios científicos, hay diversas formas sorprendentes en que el humo del cigarrillo puede desencadenar la caída del cabello.
¿Cómo el humo desencadena la caída capilar?
Mala circulación sanguínea
Los folículos pilosos necesitan oxígeno, nutrientes y minerales para producir un cabello sano. Los productos químicos tóxicos en el humo del cigarrillo pueden afectar a la circulación, reducir los vasos sanguíneos e interrumpir el flujo de sangre. Cuando los folículos no reciben la sangre que necesitan para alimentarse, el ciclo de crecimiento del cabello se interrumpe. El ciclo de crecimiento del cabello consta de cuatro fases: la fase de crecimiento (anágena), la fase de transición (catágena), la fase de reposo (telógena) y la fase de desprendimiento (exógena). Cualquier interrupción a este ciclo puede conducir a una pérdida capilar notable.
Un sistema inmunitario debilitado
Fumar cigarrillos puede dañar el sistema inmunológico y, como consecuencia, provocar enfermedades o patologías que causan la pérdida de cabello. Un sistema inmunitario deficiente también puede aumentar las posibilidades de una infección bacteriana o fúngica en el cuero cabelludo, lo que evitará que los folículos produzcan un cabello saludable.
Contaminación ambiental
No es solo inhalar humo de cigarrillo lo que puede dañar los folículos capilares. Si fumas regularmente en tu casa o en el coche con las ventanas cerradas, podrías estar creando contaminación ambiental. Si bien la mayor parte de la pérdida capilar es genética, la investigación vincula el adelgazamiento del cabello con factores ambientales. El aire contaminado puede exacerbar la pérdida genética del cabello y los carcinógenos, en el aire lleno de humo, llegar a obstruir los mecanismos que producen la proteína de la que está hecho el cabello.
Aumento de la secreción de grasa en el cuero cabelludo
La nicotina en el tabaco puede estimular el sistema de dopamina del cuerpo para acelerar la secreción de este neurotransmisor que promueve la secreción de adrenalina en los humanos y causar excitación. Cuando aumenta la secreción de adrenalina, aumenta también la secreción de grasa en el cuero cabelludo, bloqueando severamente el folículo piloso y evitando su oxigenación. Esto afecta a su metabolismo e interrumpe el entorno en el que crece tu cabello, causando eventualmente la caída capilar.
La mejor manera de revertir la pérdida capilar causada por el tabaco es dejar de fumar. Una vez que dejes de exponer tu cabello y piel a las toxinas presentes en los cigarrillos, tu cabello debería comenzar a crecer nuevamente. Sin embargo, dejar de fumar puede ser muy difícil ya que es altamente adictivo. A menudo, puede conllevar varios intentos hasta abandonar el hábito para siempre.
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