Celebra con los productos REDENHAIR el 5 de Junio DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

Desde sus inicios, en 1972, ha crecido hasta convertirse en una plataforma global de alcance público, ampliamente replicada en todo el planeta.

La exposición de sustancias químicas en el medio ambiente es una preocupación importante para los consumidores de productos envasados. La complejidad de la nomenclatura química y la amplia disponibilidad de investigaciones científicas proporcionan información detallada. Así, el impacto en la salud ambiental de muchos productos químicos cuenta con informes científicos que revisan sus perfiles de toxicidad humana y ambiental, concluyendo, en bastantes ocasiones, que no son ingredientes seguros para el uso en productos cosméticos de los consumidores ni para el medio ambiente.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, en Redenhair queremos hacer hincapié en la importancia de observar bien las etiquetas de nuestros productos de uso cotidiano, ya que tras el listado de ingredientes se esconden numerosos procesos que afectan a nuestro entorno significativamente. Algunos de estos ingredientes son los sulfatos y los parabenos. Sabemos que son sustancias que perjudican a la salud de las personas pero, ¿de qué forma afectan al medio ambiente?

En este artículo explicamos qué son exactamente los parabenos y sulfatos y de qué modo perjudican al medio ambiente.

¿Qué son los parabenos y cómo afectan al medio ambiente?

Los parabenos son un tipo de conservante, introducido por primera vez en la década de 1950, que se utilizan para prolongar la vida útil en muchos productos de salud y belleza al evitar el crecimiento de hongos y bacterias en su interior.

Este tipo de sustancias permiten que los productos sobrevivan durante meses, incluso años, en nuestros hogares; sin embargo, cuando se utilizan estos productos, también pueden entrar en nuestros organismos a través de la piel. Del mismo modo, en varios estudios científicos se han encontrado parabenos en cuerpos de mamíferos marinos, que provienen de los productos que utilizamos, después se desaguan en el sistema de alcantarillado y se liberan en el ambiente.

En 2004, un estudio británico encontró rastros de cinco parabenos en el tejido mamario de 19 de 20 mujeres estudiadas. El estudio no concluyó que los parabenos puedan causar cáncer, pero identificó que los parabenos podían penetrar la piel y permanecer dentro del tejido.

Se cree que los parabenos alteran la función hormonal al imitar el estrógeno. Demasiado estrógeno puede desencadenar un aumento en la división de las células mamarias y el crecimiento de tumores, por lo que el uso de parabenos se ha relacionado con el cáncer de mama y los problemas reproductivos.

Y… ¿qué son los sulfatos y de qué modo pueden perjudicar nuestro entorno?

Los sulfatos son detergentes agresivos formados de sales minerales que contienen azufre. Los más comunes son el Lauril Sulfato de Sodio (SLS) y el Lauril Éter Sulfato de Sodio (SLES). Éstos fueron introducidos por primera vez en el cuidado del cabello en la década del 1930 y revolucionaron, en ese momento, la industria de la salud y belleza. Antes de su introducción, la gente confiaba en jabones simples (pero no siempre eficaces) y otros métodos para limpiar su piel y cabello.

En comparación, los sulfatos eran potentes, baratos y fáciles de adquirir. Lo mejor de todo es que eran responsables de la espuma que asociamos con la limpieza e higiene. Sin embargo, ahora que es uno de los agentes químicos más comunes utilizados en nuestros hogares, estamos empezando a entender que los sulfatos tienen un gran impacto, no solo en nuestra salud y belleza, sino en el medio ambiente.

Estos surfactantes aniónicos son ampliamente utilizados tanto en productos cosméticos como en productos de limpieza para el hogar (detergentes para ropa, limpiadores en aerosol y detergentes para lavavajillas). La concentración de sulfatos que se encuentra en los productos de consumo varía según el producto y el fabricante, pero generalmente va de un 0,01% hasta un 50% en productos cosméticos y del 1 hasta el 30% en productos de limpieza del hogar.

Estos  productos químicos se sintetizan haciendo reaccionar alcohol laurílico de una fuente de petróleo o planta con trióxido de azufre para producir lauril sulfato de hidrógeno, que luego se neutraliza con carbonato de sodio para producir SLS.

El uso y la eliminación de productos de limpieza liberan SLS en el medio ambiente a través de sistemas de aguas residuales domésticas. Por lo tanto, el perfil de toxicidad ambiental es una consideración importante al evaluar los riesgos y beneficios del uso de esta sustancia en la formulación de productos de limpieza.

En cuanto a la toxicidad acuática, en muchos estudios se han considerado los efectos adversos que resultan de la exposición de sulfatos a la vida acuática a largo plazo, concluyendo que los SLS que aparecen en formulaciones son moderadamente tóxicos para las especies marinas, dependiendo de la dureza y la temperatura del agua.

En conclusión, desde perspectivas toxicológicas y de sostenibilidad, los sulfatos no son un ingrediente aceptable para su uso en formulaciones de productos de limpieza.

Consejos para eliminar este tipo de ingredientes de nuestros productos

A pesar de todos los estudios en los que se demuestra la acción de estos ingredientes sobre el medio ambiente, parte de la industria química rechaza estos informes como defectuosos y no reconoce causa de preocupación. No obstante, muchos consumidores se están decantando por el lado de la precaución y demandan productos sin sulfatos ni parabenos. Ahora hay muchas opciones más seguras que no existían hace 10 años, así que siempre es de vital importancia revisar las etiquetas de los ingredientes que figuran como butilparabeno, isobutilparabeno, isopropilparabeno, metilparabeno, propilparaben, lauril sulfato de sodio y lauril éter sulfato de sodio.

Para dar un paso adelante por el medio ambiente y dejar de consumir productos que contengan ingredientes tóxicos y perjudiciales para nuestro entorno, debes seguir los siguientes consejos:

-                 Leer SIEMPRE las etiquetas de ingredientes de todos los productos que compres, ya sean para la limpieza del hogar como productos cosméticos.

-                 Optar, en la medida de lo posible, por productos naturales y que los ingredientes que componen la fórmula se obtengan de forma sostenible.

-                 Entender bien qué funciones tienen los ingredientes de las formulaciones, de este modo sabrás de cuáles puedes prescindir.

-                 Confiar en marcas que apuesten por el medio ambiente, como REDENHAIR, cuyos productos están siempre libres de parabenos, sulfatos y cualquier otro tipo de ingrediente tóxico que pueda contaminar nuestro entorno o ser perjudicial para nuestra salud.

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